viernes, 28 de agosto de 2009

sintesis de los maestros de la revolución (Albert Arnaut)


SECRETARÍA DE EDUCACIÓN PÚBLICA
INSTITUTO ESTATAL DE EDUCACIÓN PÚBLICA DE OAXACA
COORDINACIÓN GENERAL DE EDUCACIÓN BÁSICA Y NORMAL
DEPARTAMENTO DE FORMACIÓN Y ACTUALIZACIÓN DE DOCENTES
E.N.U.F.I ESCUELA NORMAL URBANA FEDERAL DEL ISTMO.


ASIGNATURA:
LA EDUCACIÓN EN EL DESARROLLO HISTORICO DE MÉXICO II

PROFESOR:
SEBASTIAN ANTONIO CABRERA.

ALUMNO(A):
ROSALBA MARCIAL CASTILLO

CARRERA:
LICENCIATURA EN EDUCACION PRIMARIA.

SEMESTRE: 3º GRUPO: “C”

TEMA:

SINTESIS SOBRE LA SITUACIÓN DEL MAGISTERIO
DURANTE LA REVOLUCIÓN MEXICANA
DEL TEXTO DE “LOS MAESTROS EN LA REVOLUCIÓN (1910-1919)
ALBERTO ARNAUT


CD. IXTEPEC, OAX. AGOSTO DEL 2009.




“LOS MAESTROS EN LA REVOLUCIÓN (1910-1919)”
Alberto Arnaut
El deseo del conocimiento acerca del papel revolucionario del magisterio, durante la Revolución Mexicana, ha atraído consigo una cuestiones acerca los sucesos detallados y la participación de los maestros en esta época, se desearía saber cuando y donde se unieron los maestros a la Revolución, cuales fueron los motivos y las razones que los incito a unirse al movimiento, sin embargo no se cuanta con una respuesta precisa para afirmar acerca de estos datos, es por ello que el planteamiento de todo esto sugiere una sobrevaloración ideológica del papel del magisterio.

En un principio el autor nos menciona que en este periodo, la mayoría de los maestros no intervino en la política y continuó desempeñando sus funciones, sin embargo algunos fueron víctimas de ella y padecieron retraso temporal e indefinido de sus sueldos por haber colaborado, otros participaban con algunas fracciones o grupos revolucionarios como ideólogos, escribanos, secretarios, y algunos de ellos llegaron a ser jefes políticos y militares. Esto se debió a que eran visto como un grupo subprofesional, su origen socio demográfico y porque sus afinidades eran más cercanas a las de los jefes revolucionarios, por ello los maestros primarios tuvieron un menor desprecio que los universitarios hacia los iletrados, ignorantes y salvajes.

Los maestros pudieron incorporarse con mayor facilidad que los universitarios al discurso revolucionario, sintiéndose parte del pueblo, y de los sectores populares, y la clase trabajadora. Esa magnitud y participación del magisterio se debió a que era el grupo profesional más numeroso, sin embargo su participación fue quizá menor en antes del periodo de la revolución, según los datos aportados por Francisco Xavier Guerra, pero resulta muy difícil medir la participación exacta del magisterio en la Revolución.

El enrolamiento masivo del magisterio ocurrió después, cuando realmente empezó la Revolución, es decir cuando empezó la lucha armada contra el gobierno de Huerta, los maestros se sumaron a los grupos armados, por decisión personal. Fue entonces cuando los maestros padecieron mayor intensidad y consecuencias de la Revolución, y sin embargo la situación del magisterio del D.F, era peculiar, gozaban de estabilidad, tanto en el empleo como en el pago de sus sueldos. Por otra parte durante este periodo, entre los normalistas existía una inquietud de querer considerar a la normal con el mismo rango que las demás escuelas superiores

La primera consecuencia que sufrieron fue en 1911, tras la caída de Díaz, cuando el suministro de instrucción, Justo Sierra, renunció al gabinete y cuando Díaz fue remplazado por León de la Barra, el cual designo como secretarios de instrucción a Vásquez Gómez, quien removió a Chávez y a Martínez, quienes se habían mantenido en sus cargos por muchos años. Otro de los cambios fue el arribo de Francisco I Madero a la presidencia.

Cuando llegó Huerta al poder, la mayoría de los maestros del D.F continuaron en el servicio los cambios más radicales en el magisterio del D.F, ocurrió después de la caída de Huerta, los convencionistas y los constitucionalistas disputaron el triunfo revolucionario y sucesivamente ocuparon la ciudad de México. Los maestros capitalinos se vieron obligados a las mayores presiones políticas y a tomar partido entre las diversas facciones. La mayoría de los maestros de la capital de la república no fueron a la revolución, fue ella quien llegó a la ciudad de México.

Para muchos maestros, la Revolución fue uno más de los frecuentes cambios que provocaba la cambiante política municipal. Durante este periodo se interrumpió el proyecto educativo porfiriano, de la centralización de la enseñanza primaria y a los esfuerzos para homogeneizar al magisterio mediante la unificación de los planes de estudio en la enseñanza normal.

En el periodo de 1917- 1919, surgieron algunos acontecimientos, uno de ellos fue que las escuelas primaria fueron transferidas a los ayuntamientos del distrito y de los territorios federales, los maestros del D.F, realizaron huelga para reclamar los ayuntamientos el pago de su sueldos atrasados, y fue en estos años, cuando la política pasó a ocupar un papel más importante en la instrucción pública, sin embargo esta política era una continuidad del régimen porfiriano, pero que sí contenía cambios importantes, uno de ellos fue la interrupción del proyecto para federalizar la enseñanza primaria. Se realizaron algunos intentos para reorientar la enseñanza normal, como los planes y programas de estudio, se buscó una enseñanza normal más comprometida con el pueblo y con la Revolución.

En cuanto a la profesión docente, se presentaron cambios en la estratificación, hubieron profesores titulados normalistas y no normalistas, titulados y no titulados por los gobiernos de los estados y por los ayuntamientos y profesores sin título. Debido a esto es posible darnos cuenta que existía competencia y conflictos entre los maestros de distinto origen y cuna normalista. Uno de esos conflictos fue la forma en que utilizaban y se valían de sus comentarios y habilidades para reclamar el poder sobre los principales cargos directivos y expresarlo ante quienes consideraban como intrusos dentro de ese territorio. Por tal motivo los maestros en servicio aunque no eran normalistas fueron transformados por la Revolución.